En un momento en el que los hospitales sufren escasez de médicos, los trabajos interinos han resultado costosos para el hospital. En 2018, el Estado propuso un nuevo estatuto para los facultativos con el fin de resolver este problema. Aunque este contrato, considerado demasiado competitivo, ha sido criticado, ofrece respuestas a las necesidades de los hospitales, que tienen dificultades para contratar en determinados sectores. ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de afiliarse a un puesto de clínico hospitalario?

¿Qué estatus como clínico? ¿Con qué salario?

A diferencia de los médicos de hospital, los clínicos de hospital son contratos, no estatutos. Por lo tanto, no depende realmente del CNG (Centre national de Gestion) que apoyó el personal del hospital y conserva una función de secretaría (centralización de las ofertas de empleo). La ventaja es el carácter a medida del puesto de trabajo: el empleado puede negociar su salario y las condiciones de trabajo directamente con el empresario. En efecto, el salario incluye una parte vinculada al rendimiento y una parte fija. Así pues, es posible ganar más que un funcionario de hospital (último escalón del PH, incrementado en 65 %). Se trata de puestos "especialmente difíciles de cubrir", es decir, empleos como el de anestesista. Si este tipo de empleo parece interesante a primera vista, hay que tener en cuenta la precariedad de este tipo de acuerdos. El contrato es en realidad un CCD, por un periodo de 6 meses a tres años, renovable una vez. Parece un buen compromiso, sobre todo para un médico joven que quiere probarse a sí mismo o antes de jubilarse al final de su carrera.

¿Es el médico del hospital una víctima de las circunstancias?

Hasta ahora, el facultativo de hospital gozaba de un estatuto casi funcionarial: el Centro Nacional de Gestión era un poderoso apoyo cuando se le contrataba por primera vez y constituía un sistema estable para su carrera. Con el estatuto de médico de hospital, el CNG asume el papel de simple secretario. Por tanto, hay más ganancias, pero también más responsabilidades para el empleado. A él le corresponde encontrar su primer empleo, gestionar su carrera y contribuir a un pensión complementaria. El médico hospitalario goza de un estatuto ventajoso, a veces considerado privilegiado, pero con el nuevo contrato de médico clínico hospitalario se ha acusado al Estado de querer suplantar a los médicos hospitalarios.

¿Qué hacer al principio de la carrera? ¿Privado o público?

La situación en los hospitales es compleja, y se ha criticado que el estatuto de médico compite con otros contratos preexistentes. En concreto, precariza los contratos. Sin embargo, la remuneración por objetivos -cualitativos y cuantitativos- permite mejores oportunidades salariales, al menos sobre el papel. Esto puede ser una oportunidad al principio de la carrera profesional. En esencia, el clínico hospitalario será destinado a los puestos de odontólogo, médico o farmacéutico. Además del salario, se trata de una buena oportunidad para perfeccionar los conocimientos en una profesión que está reclutando personal. Lo cierto es que los contratos, negociados caso por caso y según vagos criterios de productividad, suponen un retroceso con respecto a los criterios sociales de los médicos de hospital.

Remuneración por objetivos: una iniciativa controvertida

El sistema de remuneración del clínico hospitalario divide el salario en dos partes: una parte fija que depende de los honorarios de los facultativos de la institución y otra parte que depende de los objetivos. Huelga decir que los objetivos fijados no deben degradar la calidad de la asistencia prestada por los cuidadores. En efecto, los objetivos que deben alcanzarse y su remuneración se acuerdan libremente entre el empresario y su empleado. El Conseil de l'Ordre des Médecins pide pues una gran vigilancia en la aplicación de estos contratos, que, mal utilizados, pueden poner en peligro la salud de los pacientes. Pero los objetivos en sí no están claramente definidos, y a un joven médico sin experiencia le resultará ciertamente difícil imaginar la amplitud de las tareas a realizar. Por lo tanto, el principio de la carrera parece estar dedicado a una forma de explotación y de exceso de servicio.

¿Cómo negociar el contrato del médico hospitalario?

El clínico hospitalario, cuyo estatuto está poco regulado, abre la vía a verdaderas negociaciones salariales entre el empresario y el empleado. En las condiciones actuales, el salario más elevado y la precariedad del contrato dejan poco margen al trabajador, que puede verse obligado a recurrir a organizaciones de apoyo al empleo para evitar desventajas. El sitio médicos hospitalarios a tiempo completo Por tanto, están mejor tratados en términos de estatus laboral, no tienen que negociar los salarios, que están garantizados por la institución. La experiencia en negociación salarial se convierte así en una habilidad muy buscada.

¿Una elección o la imposición de un nuevo orden?

El estatuto de los trabajadores contractuales es una cuestión pendiente desde hace mucho tiempo, y el hospital no terminará su transformación antes de 2020. Mientras tanto, las decisiones del Parlamento son muy criticadas dentro de la profesión. Sin embargo, esto se traduce en una mayor flexibilidad para el profesional, que puede establecer una consulta privada cerca de su domicilio. hospital de origen. Del mismo modo, ¿el hecho de estar obligado a elegir entre el hospital y la consulta privada no se traduce en mejores condiciones de trabajo? La contrapartida es la relativa precariedad de los facultativos, atrapados entre un hospital público con poco apoyo del Estado (aumento de la plantilla sin progresión presupuestaria correspondiente) y un sector privado y contractual donde los salarios, más atractivos, parecen prometer mejores carreras.

¿Es posible hacer carrera como clínico?

Si se hace la ruptura entre "antes" de la reforma y hoy, queda para los médicos clínicos hospitalarios encontrar un estatuto adaptado a sus obligaciones y capacidades. En efecto, las garantías estatutarias de previsión son débiles, en particular en caso de enfermedad o maternidad (los regímenes complementarios aportan más que las garantías estatutarias). Por lo tanto, el régimen de previsión es hoy en día ampliamente insuficiente. Como mínimo, es necesario entonces cotizar a una mutua complementaria, que es más cara.

Jubilarse como profesional, pero seguir en activo

La edad de jubilación de un empleado en los hospitales sigue un régimen particular. Se sitúa entre los 60 (mínimo) y los 65 años. También existen regímenes específicos que permiten trabajar después de la jubilación. Tras las reformas actuales, esto debería cambiar hacia una mayor libertad de elección, sobre todo entre lo público y lo privado. Si se mantiene el sistema de pensiones por puntos, los salarios más altos serán más atractivos en términos de carreraEsto contrasta con la situación actual de los profesionales.

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