Asistencia sanitaria y trabajo a tiempo parcial: ¿son compatibles?

Trabajar a tiempo parcial se ha convertido en una opción para muchos trabajadores que desean disponer de más tiempo libre. Sobre todo para los padres, que quieren pasar más tiempo con sus hijos y reducir los gastos de guardería. Pero, ¿es compatible con las profesiones sanitarias? Estas últimas implican limitaciones específicas, difíciles de conciliar con el trabajo a tiempo parcial.

En principio, un empleado de la función pública tiene derecho a trabajar a tiempo parcial. En el caso de los empleados del sector privado, esto depende de los convenios colectivos y los acuerdos sectoriales. Por supuesto, los liberales son libres de organizar su tiempo de trabajo como deseen. Para los que tienen un contrato de trabajo, el cambio al trabajo a tiempo parcial está sujeto al acuerdo de la jerarquía. En la función pública hospitalaria, puede concederse de pleno derecho cuando nace un hijo, hasta que éste cumple tres años. También es el caso cuando la persona tiene que cuidar a un familiar enfermo o discapacitado. Puede oscilar entre el 50 y el 80 % del tiempo de trabajo vigente en el centro. No obstante, este acuerdo sigue siendo provisional y debe volver a solicitarse al cabo de tres años. El trabajo a tiempo parcial puede organizarse sobre una base semanal, mensual o anual.

La introducción del trabajo a tiempo parcial no debe ir en detrimento de la organización personal ni de la organización de la institución sanitaria. Sin embargo, ambas no siempre son compatibles. El establecimiento ya tiene que hacer malabarismos con los horarios para garantizar la presencia permanente de los distintos trabajadores. En consecuencia, el trabajo a tiempo parcial representa a menudo una limitación suplementaria. Por parte del trabajador, si puede beneficiarse de un día fijo a la semana o de una franja horaria concreta, le resultará más fácil organizar su tiempo libre. De lo contrario, si su horario varía, no podrá establecer una actividad regular y esto puede reducir el beneficio de disponer de su tiempo. Cuidado también con las implicaciones financieras. Trabajar a tiempo parcial representa una pérdida importante de ingresos. Si esto no puede compensarse con la posibilidad de liberar algunas horas de cuidado de los hijos, el beneficio se reduce considerablemente. El trabajador también debe ser consciente de que el trabajo a tiempo parcial suele ser un obstáculo para su carrera: es difícil imaginar a un ejecutivo sanitario que no esté plenamente disponible.